No podíamos creerlo. Nosotras, ¿sentadas en las letras de Hollywood? ¿Cómo en esas famosas películas? ¿Con Josh? Vale, ahora sí que estoy soñando. Que nadie me despierte, por favor.
-No os quedéis paradas, preciosas - nos dice Josh.
-Ya vamos - decimos Cris y yo a coro. Creo que a ella también le cuesta creerlo.
Corremos hacia Josh y nos rodea con los brazos. Huele a un perfume caro y sexy. Cuando nos vamos acercando vemos que hay una valla, y que Josh tiene la llave. Puede que parezca fácil, pero las letras son enormes.
-¿Cómo vamos a subir? - pregunto.
-No sé, es la primera vez que vengo - dice Josh riendo. ¿En serio? ¿La primera vez y viene con nosotras? Me siento afortunada.
Cuando estamos encima de ellas nos dice:
-A ver, ¿en qué letra queréis subir?
-Pues una L, O o la D tendría que ser, ¿no? - dice Cristina. Es lo más lógico, tiene razón. Son las más "fáciles" de subir.
-Vale, pues la O si os parece bien - las dos asentimos.
Josh nos coge en brazos muy delicadamente y nos ayuda. Primero a mí y luego a Cristina. Yo la ayudo también ya que estoy arriba. Después se sube Josh con la ayuda de las dos, aunque sin mucho esfuerzo.
-No ha sido tan difícil - dice riendo. Me encanta su risa. Esos dientes perfectos, esa mandíbula que tiene loca a medio mundo. Esa sonrisa perfecta que podemos ver Cris y yo a escasos centímetros de ella sin necesidad de una pantalla. Es perfecto. - Habladme de vosotras, que no me habéis contado nada.
-¿Qué quieres saber? - pregunta Cris interesante.
-Pues no sé. ¿Qué queríais hacer por aquí antes de que viniera yo y os arruinara vuestros planes de chicas?
-¿Arruinarnos? - le digo yo. - Nos has alegrado el viaje - aunque más que el viaje, la existencia, pero no voy a decirle eso...
-Mira que sois tontas - dice volviendo a reír. - A mí me encanta haberos encontrado. Sois las primeras que no me pedisteis que os firmara en el cuerpo un autógrafo... - yo lo habría hecho, pero en ese momento, pues no sale hacerlo. A demás, ¿qué más da? Josh cree que somos diferentes, pero en realidad somos como todas las hutchers, que empezamos a gritar en cuanto lo vemos en la gran pantalla (y en la pequeña). - Por eso os quiero tanto tan pronto.
Empieza a hacer fresco, y Cristina y yo llevamos tirantes. Josh pregunta si tenemos frío, pero solo tiene una chaqueta. Ambas decimos que no. Yo no sé si Cris tendrá frío, pero yo si. Aunque me aguanto.
-Lo siento, es culpa mía. No os advertí de que aquí refresca al atardecer.
-No, no tenemos frío, de verdad - le dice Cristina. - Por cierto, mira, el cielo está naranja, naranja atardecer...
Josh se ríe y le abraza.
-Creo que el papel de Peeta es el mejor que he hecho en mi vida. Pero me fastidia porque me han preguntado más de una vez, "¿tú no eras rubio?". Es como si no me conocieran antes de THG.
-Pues nosotras sí, nos sabemos los diálogos de todas tus películas.
-¿Queréis veniros mañana a mi casa? A lo mejor os parece pronto, pero me hace ilusión.
-¿Pronto? Es perfecto.
-Vale, pues poneros guapas, que después nos iremos a una fiesta de LA, de esas de película. Bueno, más guapas es imposible, vosotras me entendéis, ¿verdad?
Así que nos ayuda a bajar (yo me caigo, pero es algo que dejaremos de lado) y quedamos para mañana a la misma hora.
Nos deja en el hall del hotel (habiendonos abierto la puerta de la limo) y nos da un beso en la mejilla a cada una. Después de morir un rato subimos a la habitación, nos ponemos cómodas y nos vamos a cenar al restaurante del hotel. Cuando estamos sentadas vemos que la gente nos mira, ¿será porque hemos sido vistas en varias ocasiones con Josh Hutcherson? No lo sabemos, pero no hay otra explicación.
Cuando cerramos los ojos nos olvidamos de todo. Esa noche no hablamos mucho, caemos rendidas sin más. Mañana será otro día fantástico...
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